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LA INEFICIENCIA DEL CATASTRO – UNA HISTORIA REAL

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Son muchas las voces que se cuestionan en los últimos tiempos el modo de proceder de la Hacienda Pública y su relación de “castigo” frente a los contribuyentes.

No resulta baladí recordar que uno de los principales aspectos sobre los que debe pivotar las garantías frente a los obligados tributarios es la proporcionalidad y eficacia en el desarrollo de sus actuaciones. Por ello nos resulta ciertamente complejo adjetivar el suplicio soportado por un ciudadano tras la reincidente actuación del Catastro, con el único objetivo de incrementar la superficie catastral de su vivienda, y con ello el valor catastral y determinados impuestos.

Como si de una pieza escénica se tratase (comedia o drama, según se mire), dividiremos esta historia en varios actos:

1er Acto: noviembre de 2009

Nos situamos a finales del año 2009, cuando ya teníamos asumido que la crisis financiera que se desató un par de años antes con el colapso de la burbuja inmobiliaria no iba a ser solo un mal sueño.

En este contexto, el propietario de una vivienda unifamiliar (casa y jardín) recibe una carta en la que se le informaba que, por arte de magia, la superficie catastral de la construcción debía incrementarse en 60 m2, sin que hubiera habido nunca obras de ampliación de su vivienda.

Tal fue la injustificada propuesta administrativa, que las alegaciones presentadas por este vecino ni tan siquiera fueron resueltas por la Administración tributaria. Simplemente, “se dejó morir” el expediente, o al menos eso parecía……

2º Acto: noviembre de 2013

La Administración vuelve a dirigirse al propietario de la vivienda con una nueva propuesta. Cual fue su sorpresa cuando comprobó que el incremento de la superficie de su casa no solo se limitaba a 60 m2, sino que se aumentó hasta los 100 m2. La única prueba documental para supuestamente acreditar esa nueva superficie era una foto aérea de “Google Maps”.

El sufrido vecino volvió a formular unas alegaciones, pero nuevamente la Administración guardó silencio.

3er Acto: julio de 2014

Tercer intento. En esta ocasión, en una suerte de dislate, la nueva propuesta del Catastro consistía en incrementar la superficie de la casa……. en 78 m2.

60 m2, luego 100 m2  y ahora 78 m2. Nunca se había visto un inmueble con tanto movimiento elástico, como si de una casa de gelatina se tratase.

Y, aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid, el Catastro también propuso incrementar la superficie catastral del suelo en 99 m2.

A raíz de todo ello, interpusimos una reclamación ante el Tribunal Económico-Administrativo Regional de Andalucía (TEARA). Afortunadamente, este Tribunal estimó nuestras alegaciones, ordenando anular las actuaciones de la Administración.

Ahora sí que se acaba la historia, ¿verdad?. Lamentablemente no.

4º Acto: abril de 2018

Como el TEARA anuló las actuaciones por defectos de forma, no entró a valorar el fondo del asunto, por lo que el Catastro se vio con fuerzas de volver a la carga.

Pero en esta ocasión solo incrementó la superficie de la construcción en 73 m2 (no en los 78 m2 anteriores). ¿Una rebajita por las molestias ocasionadas?.

Nuevamente acudimos al Tribunal, y nuevamente el TEARA estimó nuestras alegaciones, anulando las actuaciones del Catastro por un defecto formal en sus actuaciones, no entrando en lo que verdaderamente era el fondo del asunto, es decir, el injustificado incremento de la superficie del inmueble.

5º Acto: Enero de 2022

Efectivamente, como el lector adivina, esto sigue. Con la entrada de un nuevo año el Catastro vuelve a la carga, y lo hace con otra “rebajita” mas suculenta, para ver si por fin consigue su propósito, dando por buena la superficie de la casa que venía defendiendo el contribuyente desde que comenzó esta historia, pero manteniendo el incremento de la superficie del suelo en los 99 m2.

Sin embargo, al actor principal de esta obra siguió sin seducirle la “oferta” y, por tercera vez, interpusimos reclamación ante el TEARA, y por tercera vez, el Tribunal estimó nuestras alegaciones sin entrar en el fondo del asunto, por la existencia de vicios formales en el procedimiento.

6º Acto: Febrero de 2023

Ya han pasado casi 14 años desde que comenzó esta historia y tres Resoluciones del TEARA estimando las alegaciones presentadas. Sin embargo el Catastro acaba de emitir una nueva propuesta de alteración de la superficie, aunque se ha cansado de ofertar metros cuadrados a la baja y sigue manteniendo el incremento de 99 mde la superficie del inmueble.

Adivinamos que esto acabará con una cuarta Resolución del TEARA que, mucho nos tememos, será una más de las que quedan por venir…..

Nos encontramos por tanto ante un caso flagrante de reincidencia de errores formales de la Administración, que le posibilita de forma indefinida realizar propuestas de alteración de la superficie catastral, incluso contradictorias entre sí, y que no solo vulneran el deber constitucional de eficacia al que debe verse sometida la Administración, sino que mantiene al ciudadano en un camino interminable de sucesivas reclamaciones, sin visualizar otro final que no sea el darse por vencido.

Por cierto, una matiz importante: todas estas actuaciones se han desarrollado a lo largo de los últimos 14 años sin que el Catastro realizase ninguna visita al inmueble, vulnerando así un principio básico en defensa de la seguridad jurídica según el cual quien haga valor su derecho debe soportar la carga de probarlo.

Animamos, pues, a todos los que se vean reflejados en esta historia que perseveren y nunca se resignen a defender sus derechos frente a las actuaciones ineficaces de la Administración.

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